Marbellíes de toda la vida, junto con turistas nacionales y extranjeros, ocupan diariamente las mesas de esta desenfadada terraza peatonal cobijada bajo los tonos del campanario de la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación.
De izquierda a derecha, los hermanos Gayardo:
Salvador, Francisco Jesús y el jefe de Sala José Sepúlveda
Altamirano se encuentra recomendado, desde hace años, por las principales guías gastronómicas nacionales y extranjeras; sin embargo, es el boca a boca quien ha creado una adicta clientela. La dueña, posiblemente de la mejor peletería de Pamplona, que se encuentra cercana a la mesa que yo ocupo, me comenta: ”Lo primero que hago, cuando llego a esta bella ciudad, es visitar Altamirano porque si no parece que no estoy en Marbella. El grato ambiente que se respira en esta placita andaluza, el encantador director, Salvador Gallardo, junto con el jefe de sala Pepe Sepúlveda, la profesionalidad de los camareros y, sobre todo, las texturas de los pescados que sirven, constituyen una atracción inigualable”. Unas atractivas jóvenes, de una mesa colindante, con un inequívoco acento british, señalan: “Estamos totalmente de acuerdo”.
Ante tales afirmaciones, pregunto al director del establecimiento ¿qué propuestas culinarias tiene para este verano que acaba de comenzar?: “Ofrecemos nuestras generosas raciones de besugos voraces a la espalda, doradas salvajes, jibias, lenguados y toda suerte de mariscos, gambas rojas, sartencitas de coquinas onubenses, almejas, navajas, salmonetes, pijotas, acedías, brecas, boquerones, sardinas, cazón, raya, gallo, gallineta, jureles; todo el pescado y marisco lo elijo diaria y personalmente en la lonja de Marbella o los hago traer de los mejores puertos gallegos y del mar cantábrico”. Afirma Salvador, con ese gracejo marbellí cuya fama ha traspasado fronteras.
Es necesario advertir que, en esta época estival, es difícil encontrar mesa, aunque en los amplios y frescos comedores del interior se puede saborear toda esta sabrosa cocina de litoral, con una decoración de peceras, donde deambulan langostas y bogavantes, junto con centenares de bufandas de los principales clubes de fútbol del mundo y cuadros de personalidades que han visitado el establecimiento.
Carta de vinos, a precios aceptables, de interesantes elaboraciones de las denominaciones de origen de La Rioja, Ribera del Duero, Rias Baixas. El Barbadillo, Castillo de San Diego, además de ser el vino de la casa, es el más demandado.
Precio medio: 25/30 € por persona, eso sí, en el capítulo de mariscos es el mercado el que marca la pauta.
Plaza Altamirano, 3.
Tel: 952 824 932.
Conviene la reserva.
Marbella (Málaga)